Este test lo tenemos que realizar en pendientes de unos 35º pero teniendo en cuenta que sean seguras, no es muy lógico exponerse a una avalanchas para comprobar si hay posibilidades de que se desencadenen.
Tenemos que aislar un bloque de unos 40 centímetros de anchura en la parte posterior, 80 centímetros de anchura en la parte fronta, de longitud unos 40 centímetros. De profundidad unos 50 - 70 centímetros, es recomendable no pasar de 70 cm, aunque este test solo nos sirve para analizar las capas superiores del manto nivoso, sin embargo si que podemos repetir el test a más profundidad. Una vez realizado el primer test, tan solo tenemos que retirar ese bloque y volver a comenzar a partir de esa profundidad. No es necesario realizarlo a más de 1,80 - 2 metros, pues la mayoría de los deslizamientos no se producen a más de 1,5 metros según diversas pruebas.
Hay que comenzar aislando los laterales, cortando la nieve haciendo una trinchera de unos 10 centímetros y después retirar la nieve de la parte frontal, para que el bloque pueda deslizar. Por último cortamos la parte posterior pero sin hacer fuerza hacia delante.
Cuando lo tenemos aislado, insertamos la pala y traccionamos hacia delante de la misma, paralelamente a la pendiente, es muy importante no hacer palanca, pues el test no seria fiable.
En función de la fuerza que tengamos que realizar para que deslice el bloque la estabilidad será mayor o menor.
Si el bloque se desmorona o deshace en lugar de deslizarse el resultado no es fiable, este es un test que en nieve polvo no funciona muy bien, pues el bloque se deshace, siendo recomendable realizar el test Rutschblock
Avalanchas parte 1: Tipos de aludes y metamorfismo de la nieve